Es más famosa que Madonna, es reconocida internacionalmente, ha sido el deleite de monarquías, el placer de niños y jóvenes y la tentación de los adultos. ¿Ya adivinó? Estoy hablando de la pizza.

La pizza es un plato universal, es tan versátil que se puede preparar con ingredientes simples como tomate y queso o extravagantes como caviar y langosta (esta última la venden en Nueva York y vale la ridícula suma de mil dólares). Es la reina de los domicilios, del plan familiar, de la comida informal entre amigos, la compañera ideal de los solter@s (siempre tienen en sus neveras sobrados de pizza, que prefieren comerse fría al otro día) y salva casi cualquier Domingo aburridor en casa.

SUS ORÍGENES

Muchos reclaman su paternidad, los coreanos y los chinos dicen que ellos se alimentaban con un pan plano hecho de arroz y especias que llamaban ping-TSE siendo este la primera pizza. Se ha descubierto que los egipcios desde el 2000 AC inventaron el horno y el pan con levadura y se alimentaban del conocido pan pitta (el famoso pan árabe), muy seguramente el verdadero inventor de la pizza, fue aquel egipcio que aburrido de comer siempre el mismo pan simple le adicionó ingredientes y condimentos para saborizarlo. A través de los años la pizza se ha identificado con Italia, llegó a este país con los primeros colonos griegos en el año 275 AC y se quedó especialmente en Nápoles donde al principio era una masa redonda plana, horneada y cubierta con hierbas y especias muy parecida a la “focaccia”, evolucionó entonces hasta convertirse en la pizza que conocemos hoy.

Con el descubrimiento de América llega a Europa el tomate y los napolitanos fueron quienes primero lo usaron en su “focaccia” y en el siglo XVIII llega de la India la mozzarella de búfala que también se convierte en ingrediente esencial para estos italianos. Nápoles es considerara hoy en día como la ciudad de la pizza,  esto no es poca cosa, porque siendo una región pequeña de Italia, su principal creación forma parte del menú gastronómico mundial.

La pizza era el alimento de los pobres, considerada como cocina popular de la calle, era llevada por los trabajadores para sus almuerzos fuera de casa y se pensaba que era indigna para servir en la mesa de los monarcas de la época. Su cuarto de hora de fama le llegó en 1889 cuando la reina Margarita, esposa de Humberto I de Saboya, decidió aventurarse a probar ese alimento del que tanto había oído, y estoy segura  olido en las calles de Nápoles. Le fue ordenada esta pizza al pizzaiolo (el que hace la pizza) Raffael Esposito quien en homenaje a la reina la preparó con los colores de la bandera de Italia, el rojo del tomate, el blanco del mozzarella y el verde de la albahaca y la llamó pizza Margarita, se convirtió entonces en la preferida de la realeza y en el símbolo gastronómico de Nápoles.

Con la migración forzosa de muchos italianos hacia América, uno de ellos Gennaro Lombardi en 1905 tiene la iniciativa de abrir la primera pizzería en Estados Unidos, más exactamente en Nueva York teniendo tanto éxito entre sus habitantes que el mismo Lombardi jamás llegó a imaginar y mucho menos   pensar que sería el inicio de su reconocimiento en el mundo.

LAS TRES PIZZAS

Para los expertos sólo tres tipos de pizza son las originales: la Margarita, la Marinera y la San Gennaro (santo patrono de Nápoles), la demás son diferentes versiones y creaciones donde simplemente su regla es “póngale lo que quiera”. La Marinera se hace a base de tomate y queso, perfumada con orégano y filetes de anchoas y la San Gennaro tiene pimienta, queso y albahaca. (es parecida a la Margarita, pero usa otra clase de queso).

LA RECETA

Contrario a lo que se cree, hacer una pizza no requiere de la mayor destreza en la cocina, no hay necesidad de hacer piruetas y botarla al aire como un experto para que quede bien, esto forma parte del show por supuesto, pero si se arriesga le recomiendo ensaye muchas veces antes de hacerlo frente a sus invitados.

Pizza Margarita

(30 cm. de diámetro)

Masa

1 cucharadita de azúcar

1 cucharadita de levadura seca activa (se consigue en supermercados)

1/3 taza de agua tibia

1 cucharada de leche tibia

225 grs. de harina de trigo

½ cucharadita de sal

2 Cucharadas de aceite de oliva

Salsa de tomate

6 tomates rojos, maduros sin piel ni semillas

1 cucharada de puré de tomate

1 cucharada de aceite de oliva

Sal y pimienta

(Puede adicionarle, ajo, orégano, albahaca)

Preparación Salsa: Licuar los ingredientes y condimentar al gusto y reservar

Ingredientes Adicionales

120 grms de queso mozzarella cortado en cubos

6 hojas frescas de albahaca

Aceite de Oliva

Preparación

  1. Ponga el agua y la leche en un recipiente hondo, agregue la levadura y el azúcar en forma de lluvia, mezcle y deje activar a temperatura ambiente (debe crecer y hacer espuma).
  2. Revuelva la harina con la sal y el aceite de oliva y mezcle con la levadura activa. Incorpore bien todos los ingredientes. Con un poco de harina sobre la superficie de trabajo amase por 8 minutos o hasta que obtenga una masa suave, lisa y que no esté pegajosa. Haga una bola con ella y déjela reposar durante 1 hora cubierta en un lugar calido, dentro de un recipiente de vidrio, untando con algo de aceite de oliva para que no se pegue.
  3. Precaliente el horno a 475°F/240°C.
  4. Luego de este tiempo golpee la masa un poco contra la superficie enharinada de trabajo para que vuelva a su tamaño original. Con las yemas de los dedos extiéndala hasta formar un círculo de 30 cm. de diámetro, los bordes deben quedar un poco más gruesos que el centro.
  5. Ponga esta masa en un molde metálico redondo, ligeramente engrasado con aceite (Imusa está vendiendo unos moldes muy buenos especiales para pizza, tienen unos huequitos que hace que el aire circule y quede mas crocante, vienen de diferentes tamaños). Hornee por unos 10 minutos hasta que tome un poco de color. (no muy oscuro)
  6. Retire del horno y esparza la salsa de tomate, encima ponga el queso y las hojas de albahaca y rocíe con un poco de aceite de oliva. Lleve nuevamente al horno, hasta que el queso se derrita.

 

Buen provecho!