Columna publicada el Domingo 16 de mayo de 2013 en EL TIEMPO

 

manzana

  ¿Supermercado o farmacia? Hoy parece que son lo mismo, gracias a la nueva tendencia de productos reforzados con nutrientes, conocidos como alimentos funcionales. Pasearse por el mercado, es tan surrealista como el famoso cuadro de Magritte Esto no es una pipa.

   Los huevos ya no son solo huevos; de la leche y comida para niños, mejor ni hablar. Para la industria es más rentable producir y vender alimentos reforzados nutricionalmente, por los que cobran un precio extra, asegurando que son más saludables y ejerciendo funciones de médico.   Recuerdo que comprar un yogur era sencillo, solo había que escoger el sabor y marca favorita, pero hoy la cosa se complica. Vienen fortalecidos con probióticos que ayudan a subir las defensas, o a mejorar la flora intestinal y hasta hay otros expertos en solucionar los trancones digestivos, que según sus fabricantes parecer ser la dolencia de moda.

   ¿Qué tanto conocemos para que sirven el complejo B, los esteroles vegetales, el ácido fólico, los micronutrientes y las vitaminas, que se destacan en las etiquetas? Cuando uno va a una farmacia, la persona que lo atiende está entrenada para asesorarlo. Pero a la hora de comprar productos fortalecidos, no hay nadie guiando; es más, no se sabe quien aconsejó médica y científicamente a la industria alimentaria. Lo preocupante del asunto es que podemos caer en el error de comprarlos creyendo que las enfermedades mejorarán o se prevendrán, con tan solo incluirlos en la dieta.

   ¿Qué nos depara el futuro? Llegan a mi memoria películas de ciencia ficción, en las que se afirma que en los siglos venideros, nos alimentaremos a punta de pastillas, tal y como vimos en la serie animada de los 60, Los Supersónicos. No quiero ni pensar en todos los medicamentos que gracias a la globalización y el TLC comenzarán a llegar, llenos de aditivos, químicos, vitaminas y demás. ¿Dije medicamentos? Perdón quise decir alimentos.

   Hoy, quienes deciden nuestra alimentación, son los fabricantes de comida; ellos eligen si son más ricos en azúcar, en sal, en grasas y ahora hasta recetan los nutrientes y vitaminas que debemos consumir. Conquistan nuestros paladares y definen nuestros hábitos. Si leemos la lista de ingredientes que traen los alimentos procesados, lo más seguro es que no conozcamos ni la mitad.

   ¿Estamos comiendo saludable o estamos comiendo cuento?

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 Esta es una conferencia TEDx a propósito del tema.