Por Margarita Bernal, para la Revista Carulla 06

foto:www.homeandgardenideas.com

 Las huertas caseras  permiten tener ingredientes siempre frescos. Además cuidarlos puede ser una forma divertida de pasar el tiempo libre.

Nada mejor que sembrar y cosechar las hierbas aromáticas, que usamos para cocinar pues estas estarán siempre frescas, y disponibles. En las huertas caseras, podemos además sembrar lechugas, frutas, verduras, y hasta flores para decorar la casa. Es posible tenerlas en un jardín, en terrazas, en el balcón y hasta en materas; para ellos, tan solo se necesitan tres elementos: sol, agua y tierra.

Tener una huerta en casa, es la mejor manera de darle  vida a diferentes espacios de nuestros hogares, además de que ayudan a purificar el ambiente. No se requiere gran experiencia y resulta una divertida actividad para compartir con los más pequeños, y  tendrá siempre la satisfacción de usar ingredientes cultivados con sus propias manos, frescos y más económicos, aliviando el bolsillo. Así que ¡Manos en la tierra!, llegó el momento de sembrar

¿Dónde plantar?

foto: apartment therapy

Se debe buscar un lugar en el que entren los rayos del sol, y que además cuente con buena  ventilación. Dependiendo de lo que decida sembrar puede usar materas, o envases reciclabes, como botellas de plástico, cajas de madera, bolsas plásticas, ollas viejas etc. Buscar nuevas ideas es una gran forma de incentivar la creatividad  de los más pequeños. Si tiene jardín, úselo, es la mejor manera de aprovechar este espacio de la casa

¿Qué se necesita?

Son pocas las herramientas que se requieren, e incluso contamos con algunas de ellas las tenemos en casa: un cuchillo viejo, tijeras, buenos guantes para proteger las manos, una regadera para el agua, una manguera -si siembra en un jardín-, y una pala pequeña.  Si se hace en el interior de la casa se requiere de tierra fértil y abono, ambos elementos los podrá encontrar fácilmente en viveros.

¿Qué sembrar?

Existen tres tipos de siembra: partiendo de semillas, de matas o esquejes-comúnmente conocidos como pies-, pequeños fragmentos  o gajos de matas, todo es cuestión de decidir basándose en sus gustos y su paciencia.

Puede hacer una huerta de  hierbas aromáticas con: albahaca, tomillo, romero, cilantro, cebollín etc.; otra con variedades de lechugas como romana, rúgala, la batavia, y crespa; también puede sembrar tomates larga vida y tomates cherry,  acelgas y espinacas. Si se hace la huerta en un jardín, aproveche el espacio para sembrar además zanahorias, rábanos y repollos.

¿Cómo sembrar?

Lo primero que debe hacer es preparar la matera poniendo un trozo de bolsa de basura en el fondo, el cual ayuda a darle consistencia a la tierra. Luego se le abren huecos al plástico y a la base de la matera para  ayudar a se que elimine el exceso de agua. Ubique la tierra hasta 1 cm antes del borde de la maceta. Si opta por sembrar con semillas, haga pequeños huecos o surcos en la tierra con la ayuda del cuchillo, teniendo la precaución de que no queden muy pegados. Ponga adentro las semillas, tápelas con tierra y riegue en forma de lluvia teniendo cuidado de no encharcar la tierra. Si se va a sembrar con matas o esquejes, abra un hueco grande, disponga dentro la mata y cubra con tierra presionando con la mano y  finalmente riegue. Las plantas necesitan atención y cariño, no las descuide, mírelas todos los días

Cuidados y abonos.

Lo ideal, si hacemos una huerta en casa es que lo hagamos de forma orgánica y ecológica; por lo tanto no debemos usar pesticidas químicos sino naturales. Estos se consiguen en tiendas y viveros especializados, aunque también es posible hacerlos en casa.

Pesticidas orgánico: ponga ajíes entre agua y déjelos durante varios días; rocíe las plantas con esta mezcla.

Abonos orgánicos: use los desperdicios de frutas y verduras, como las cáscaras de banano, manzana, papa, los residuos de café y las semillas de las frutas, preferiblemente mezclados y licuados o triturados.

Riego

Para el riego  son recomendables las horas de la mañana. Lo ideal es hacer una prueba de humedad en la tierra, tomando un puñado de tierra y presionando firmemente. Si la tierra permanece compacta, quiere decir que no requiere más agua, si se desborona es una muestra de que hace falta humedad.

A cosechar y a cocinar.

Cuando llega el momento de la cosecha, con la ayuda de unos guantes y las tijeras, recoja las verduras y hierbas. Deje volar su  imaginación y cree deliciosas recetas.