Por Margarita Bernal

Cortesía: casa Laduree

 

Artículo para la revista Avianca Noviembre 2011

Por Margarita Bernal

El Macaron, una colorida galleta de la pastelería francesa, causa sensación en los paladares del mundo.

Los apetecidos Macarons, son finas galletas de clara de huevo, azúcar y almendras, presentadas en forma de sándwich, rellenas con cremas de sabores. Los expertos aseguran que deben ser ligeros, suaves, brillantes, y que al morderlos deben ser crujientes por fuera y blandos y cremosos en el centro, seduciendo en cada bocado. Generalmente son aromatizados con sabores a vainilla, café, chocolate, pistachos, avellanas, y frutos del bosque, pero también los hay de rosas, champaña, caramelo y sal, limón, regaliz, canela, arándanos, y muchos más. Para diferenciarlos son pintados de azul, rosado, morado, verde, negro, blanco, café, etc., es tan amplia su gama que parecen sacadas de las guías de colores usadas por los diseñadores.

Curiosamente este clásico parisino, no es un invento de los franceses. Su origen es muy antiguo, se dice que la receta viene de Italia, de los cocineros florentinos de Catalina de Medici quienes lo introdujeron a Francia en el Renacimiento hacia 1532, cuando ella se casó con el Duque de Orleans, Rey de Francia. Los primeros Macarons eran unas galletas planas sin relleno, pero a principios del siglo XXy  gracias al ingenio del, nieto de Louis Ernest Ladurée,- dueño de una famosa pastelería y casa de té en la capital francesa-, quien tuvo la genial idea de unirlos con una crema de chocolate, podemos disfrutar de esta delicioso invento pastelero.

El último grito de la moda, en postres

Hoy los Macarons están en boga, aunque su precio es alto en comparación con otras delicias de la pastelería, es el deleite de los amantes de los postres. Esta galletica francesa se ha convertido en la más deseada, particularmente en Paris, donde sus seguidores son capaces de hacer largas filas para comprarlas en las más importantes y exclusivas pastelerías de la ciudad.

Los Macarons son a la pastelería francesa lo que Chanel es a la moda.

Clásicos exclusivos que están vigentes, hechos para paladares exigentes. Para los franceses es una pasión y tal vez por esto las pastelerías compiten entre sí para ofrecer los mejores, algunos se quedan con los del famoso pastelero Pierre Hermé, y otros con los de la tradicional casa Ladurée.

Ladurée, un clásico de siempre

Cuando la directora de cine Sofía Coppola estaba en Paris buscando la ambientación y decoración de su película ‘María Antonieta’, se encontró con un salón de té, abierto en 1863, que mantenía intacta su decoración y que además tenía los más hermosos pasteles de la ciudad: la casa Ladurée. Fue así como decidió encargarles todos los postres y pasteles, para el deleite de la reina de Francia en el filme. Es la pastelería más tradicional de la ciudad, a la que acuden no solo los parisinos, sino también los turistas a dejarse seducir con sus inmejorables macarons.  Su mayor éxito se debe no solo a la calidad, sabor y textura sino a que son horneados diariamente. Estando en Paris vale la pena, consentirse y pagar un precio aproximado de 2 euros por cada uno de estos pequeños placeres. En Agosto de 2011, abrieron un local en la ciudad de Nueva York.

En Colombia, ya algunas pastelerías están ofreciendo macarons, y las principales escuelas de cocina están enseñando a sus alumnos los secretos de su preparación. Seguramente dentro de poco tendremos una amplia oferta de variados sabores y colores, para disfrutar en el país. Los macarons ha llegado para quedarse.