¿TABÚ O MITO?

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, define la palabra Tabú como el carácter de un objeto, de un ser o de una acción, al que hay que evitar debido a su carácter sagrado.  Es una prohibición basada en ciertos prejuicios, conveniencias o actitudes sociales.

Donde más encontramos, además del sexo es en la alimentación, algunos platillos que son considerados una autentica exquisitez para ciertas culturas pueden ser absolutamente repugnantes para otras.

El rechazo a ciertos alimentos está más relacionado con la mente que con el gusto, simplemente porque no forma parte de nuestro hábitat o comportamiento natural. Permítame mostrarle un ejemplo sencillo; seguramente si le hablo del hígado, los sesos, los riñones, el corazón, o cualquier despojo de animal, comenzará a torcer la boca y a decir que eso jamás lo comerá, y gústele o no se encuentra en nuestra cultura, ¿cómo será si le hablo de insectos, perros o serpientes?.

La comida define las sociedades y a quienes las integran. La religión en muchos casos define las restricciones alimentarias y costumbres dietéticas de sus adeptos, las cuales se convierten en un tabú.

En Semana Santa para los católicos está prohibido comer carnes rojas, los judíos en su dieta no comen cerdo, el hinduismo prohíbe el consumo de carne bovina, los musulmanes no beben licores. Todo está guiado por  preceptos y leyes más de origen cultural que por un desprecio al sabor de estos alimentos.

El misterio de las vacas sagradas

La India es un país que tiene cerca de 1.029 millones de habitantes, y cuenta con una cifra de desnutrición muy alta. Para el turista desprevenido ver las vacas paseándose libremente por las calles, al lado de niños hambrientos es inaudito, más aún si se tiene en cuenta que este pais uenta con la población más grande de ganado vacuno. Lo que parecería ser una lógica obstinada e irracional tiene grandes implicaciones económicas y culturales.

El hinduismo es la religión predominante en la India, y entre sus cultos está la veneración y protección de las vacas. ¿Pero por qué la vaca y no el cerdo, o la cabra o cualquier otro animal? La población ha venido aumentando de forma descomunal. Se inicia entonces la cultura de la agricultura, que resultaba más productiva y alcanzaba para alimentar a un mayor número de personas. Con los escasos  recursos para comprar tractores para la siembra, se usa la fuerza de los bueyes, volviéndose indispensables para arrastrar los arados. Poco a poco el consumo de carne disminuye dentro de las clases populares,  era más rentable tener las reses vivas y trabajando.**

Los miembros de las altas castas continuaron con su consumo, hasta que acataron el principio budista  que manda: “Los Dioses no comen carne”, y por tal razón se convierten en protectores en lugar de destructores del ganado.  Dentro del  hinduismo se encuentran algunas de las normas budistas como el vegetarianismo y el respeto y adoración a la vaca.

Para el hinduismo la vaca es venerada y  considerada la madre de la humanidad, da su leche sin esperar compensación tal y como lo hace una madre a su hijo. Hoy es más importante la religión y tradición para estos pueblos que no ven como solución a sus problemas de hambre el consumo de las vacas. Prima la fe y tranquilidad espiritual antes que el equilibrio nutricional.

El cerdo vetado para judíos y Musulmanes

Hemos oído muchas veces sobre la prohibición del cerdo tanto para judíos como para musulmanes, y por supuesto para aquellos lejanos a esta religión es extraño y confuso.

¿Será por un tema de limpieza y aseo? Tradicionalmente se conoce al cerdo como un animal impuro que transmite enfermedades. Anteriormente no existían controles de nutrición y cuidados sanitarios, y este animal que se alimentaba  con basura, residuos y carroña. En regiones cálidas se potenciaba  el  peligro de su consumo y surgió su prohibición. De la misma manera que por generaciones se transmiten las tradiciones y costumbres, lo mismo ha sucedido con la prohibición del consumo de cerdo y sus derivados. Mediante la religión se obligó a los pueblos a mantener sanas costumbres higiénicas de consumo de animales, considerados de alto riesgo para la salud de la comunidad.

En cuanto a los musulmanes hay sumarles la prohibición de las bebidas alcohólicas, consideradas  por ellos nocivas para el cuerpo, la salud y la espiritualidad.

El ayuno y la abstinencia católica

Los católicos celebran la cuaresma que inicia, 40 días antes de Semana Santa, y es el momento dedicado a la reconciliación, la penitencia y el arrepentimiento de los pecados. Una de las formas de demostrarlo es mediante el sacrificio. Para los creyentes  se manifiesta dejando de comer algo de su agrado como es el caso de la carne roja, los viernes de cuaresma. De acuerdo con las sagradas escrituras, Jesús murió un viernes (viernes santo)  y por esto a manera de símbolo y sacrificio, no se debe comer carne durante este día de la semana en tiempos de cuaresma.

El Pescado no es pecado

La abstinencia viene de la edad media donde los ricos tenían la costumbre de consumir carne de animales de sangre caliente, mientras que los pobres se alimentaban principalmente de pescados. La iglesia impuso como sacrificio a los ricos alimentarse como los pobres. Con el paso del tiempo se convirtió en un tabú, símbolo de pecado romper con esta norma impuesta por la religión.

Los tabúes alimenticios no se relacionan con los gustos de las personas, nacemos sin tener amores o rechazos por estos, pero con el paso de los años en las mesas familiares y en la educación se nos inculca la prohibición y la abstinencia.

¿Será qué nos estamos perdiendo de algo?

** Del libro Bueno para comer de Marvin Harris