De acuerdo con la guía London Tradesman (1747) de R. Campell, sobre las ocupaciones londineses, describe la nueva ocupación del pastelero así:

El pastelero es un comerciante goloso. Elabora todo tipo de dulces, confita todo tipo de frutas y es el arquitecto del postre. Construye muros, castillos y pirámides de dulces y golosinas. Es un Proteo en su especia, disfraza muchas cosas; endulza lo agrio y agria lo dulce; cubre los productos del verano, la estación más calurosa del año con escarcha  y nieve artificial, y complace tanto a la vista con la disposición de sus pirámides como al gusto con el delicioso sabor de sus dulces húmedos y secos. No es poco el saber requerido para formar a un pastelero, aunque yo nunca lo considerase uno de los miembros más útiles de la sociedad.

Gastronomía Historia del Paladar,  PUV, Publicaciones Universitat de València