Existen muchas maneras de conocer a una persona, el lenguaje corporal es una de ellas, pero si lo que nos interesa saber, es cómo será su comportamiento en la cama, siempre he oído decir que la forma de bailar, da algunas pautas de lo que se espera con este amante.

Es decir, que si como parte del preámbulo de una larga noche de pasión, invitó a bailar a su pareja y resulta que fue torpe, la pisó, dañándole esos zapatos nuevos que tenía guardados para una noche especial y si, además, sus movimientos eran cómo si tuviera dos pies izquierdos o todas las canciones las bailaba con un ritmo acelerado (tal y como lo hace Moisés Angulo con su veloz movimiento de caderas), seguramente no quedará feliz y sorprendida al tener sexo con esta persona. Por supuesto, esto lo dejo a su consideración; deben existir algunos malos bailarines que son excelentes amantes.

Una de las maneras, por lo menos la que mejores resultados me ha dado, para intuir el comportamiento de una persona en las artes amatorias es… su forma de comer.Si su pareja, amante, novio, amigo:
· Come de afán, sin ningún asomo de disfrute…
· Siempre ordena los mismos platos y no sale nunca de la rutina, no le gusta ensayar, ni probar cosas nuevas…
· Le gusta comer viendo televisión, especialmente canales deportivos…
· Le da lo mismo lo que le sirvan, igual tiene la misma función, calmar el hambre…
· Se atraganta, no conversa y dirige sus ojos al plato…

Querida lectora, lamento informarle, que ante usted se encuentra un pésimo amante, seguramente una persona que no tendrá la iniciativa de explorar cosas nuevas, de fantasear y que se comportará en la cama de la misma forma en la que satisface su hambre: con afán, sin prestar mayor atención a lo que usted desea. Es un egoísta, y da por sentado que si él lo disfrutó, seguramente usted también, y generalmente luego de terminar su rápida faena, sale con la siguiente pregunta: ¿te gustó?

En cambio, si su pareja, amante, novio, amigo:

· Se saborea con los aromas, sabores, texturas…
· Disfruta cada plato de tal forma, que usted se antoja de sólo de verlo comer…
· Comparte con usted algún bocado de su plato…
· Le gusta probar recetas nuevas, condimentos, ingredientes, es curioso y quiere comer cosas diferentes…
· Encuentra en el comer un placer y una oportunidad para conversar, compartir y disfrutar de momentos agradables…

Querida lectora, a este hombre no lo deje ir, le garantizo que la hará sentir placeres que no se había ni imaginado; será creativo, amoroso, generoso, y usted será tratada como el más suculento de los postres, que se come despacio, se disfruta en cada cucharada y, para el último momento, se deja la mejor parte.

Mi consejo: salga a comer y, si quiere, luego a bailar, pero sea detallista y observadora en los movimientos de su compañero. Si corre con la suerte de que además de que baila rico es un amante de la comida, tendrá ante usted a una persona que seguramente no olvidará fácilmente.

Revista Jet Set: dime como comes y te diré como…