Leyendo en estos días el maravilloso libro la Fisiología del Gusto del célebre Brillat- Savarin, quién en 1825 escribió este primer tratado sobre la gastronomía, encontré que él fue el autor del famoso refrán “Dime qué comes y te diré quien eres”. Según Savarin “la gastronomía es la preferencia apasionada, racional y habitual de lo que es agradable al gusto y es enemiga de los excesos”. Básicamente dice que dependiendo de las costumbres de las personas en lo que comen y beben, en las cantidades y los momentos dedicados a este placer, se puede hablar acerca de quienes son. Y por esto a quienes son propensos a indigestarse o embriagarse los rechaza y califica de enemigos de la gastronomía. Así como a aquellos distraídos, charlatanes, ambiciosos que se ocupan de mil cosas al mismo tiempo y que comen sin entender y disfrutar; simplemente se alimentan. Y pone como ejemplo a Napoleón quien era irregular en sus comidas y las hacia de prisa.

Es común, cuando estamos molestos con una persona y no la queremos tener frente a nosotros que la mandemos “a freír espárragos”. Estos deliciosos vegetales consumidos por egipcios y griegos desde la antigüedad, con un leve sabor amargo, ideales para cocinar a la parrilla, en ensaladas, tortillas o simplemente al vapor y acompañados de una deliciosa salsa holandesa ¡Que placer es comérselos con la mano, untados en esta untuosa salsa!. Bueno ¿en que iba? Me distraigo fácilmente con recuerdos de platillos apetitosos. Cuenta la historia que en términos latinos solía utilizarse el siguiente proverbio: Citius quam asparagi coquantur, y su traducción literal es algo así como “en lo que cuecen los espárragos”, en otras palabras, con rapidez y sin tiempo que perder, ya que el espárrago, debe ser retirado del fuego al primer hervor, su cocción demora pocos minutos. Conclusión si lo mandan a “freír espárragos” piérdase de la vista lo más pronto posible.”

Muchas veces cuando algo no nos interesa decimos “me importa un comino”, en la Francia de 1800, se creía que el comino, una de las especias más aromáticas y antiguas que existen, provenía de una planta considerada en ese entonces, una plaga causante de enfermedades y por esto era ignorado en todas las preparaciones, y de ahí surge esta expresión.

Me puse a pensar en la cantidad de refranes que usamos en nuestra vida cotidiana, que tienen relación con la comida, de la mayoría no sabemos cual es su origen, pero si tenemos claro su significado. Los colombianos en particular, somos muy propensos a expresar nuestra situación o pensamientos con ellos o ¿quien de ustedes no ha dicho “estoy en la olla”? Con ese espíritu negociante que nos caracteriza, tratamos de tener “las cuentas claras y el chocolate espeso”. ¿Y qué me dicen de las tan famosas chuzadas de teléfono, donde nuestros distinguidos dirigentes “dan papaya” y pensamos aliviados “eso es pan comido” esa persona “esta frita”, pero muchas veces nuestra justicia sale con un “tilín tilín y nada de paletas”.

Continuando con esta investigación, recopilé algunos refranes que estoy segura que los usamos o hemos oído en el algún momento de nuestra vida.

Endulzar el oído: Decirle a otra persona palabras agradables, para conseguir algo de ella.

Eso es pan comido.: Es un asunto fácil de hacer

Está de chuparse los dedos.: Está muy sabroso

Está frito: No tiene esperanza.

Con las manos en la masa.: Encontrar a alguien infragante; o en el momento en el que está haciendo algo malo y con las pruebas evidentes.

Meter la cuchara.: Meterse uno en lo que no le importa

No hay miel sin hiel.: No hay ninguna situación agradable, que no tenga su parte desagradable.

Sale más caro el caldo, que los huevos.: Fue más lo que costó, que lo que se va a ganar.

A buen hambre, no hay mal pan.: Cuando alguno realmente necesita algo, lo toma aunque no sea del mejor

A la mejor cocinera, se le queman los frijoles.: Por muy experta que sea una persona, le puede suceder un fracaso.

Al que no quiere caldo, le dan tres tazas.: Casi siempre le dan algo a quien

no lo quiere o no lo necesita

Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente.: Cuando alguno se tarda en hacer algo, puede perderlo todo.

El que anda entre la miel, algo se le pega.: Cuando uno anda con otras personas, algo aprende de ellas.

Y otros:

Me vale huevo

Me importa un chorizo

Me importa un pepino

Barriga llena corazón contento

A buen hambre no hay mal pan

Dura más un merengue en la puerta de un colegio

A falta de pan buenas son tortas

Al pan pan y al vino vino

Agua que no has de beber, déjala correr

Bueno el culantro, pero no tanto

Dios le da pan al que no tiene dientes

No es ninguna pera en dulce

Listo el pollo

Si usted conoce algún refrán, bienvenido, será de gran interés para todos y ampliará nuestro repertorio coloquial.

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